Salimos con ilusión del colegio, pero con el presentimiento de que la mochila que parecía tener bloques dentro iba a hacernos saber lo que era el Camino.
En los primeros 7 kilómetros había opiniones diversas:"ni es para tanto" o "Dios, ya estoy muerta". Pero conservamos la fuerza interior del comienzo para acabar como fuera la etapa.
A mitad de camino en Tamallancos parada para comer, con dos horas de adelanto. No se como lo veis, pero el ritmo era rápido, personalmente precisaba la parada, lo siento pero el cansancio ya había aparecido. Luego de la siesta cínica que ni era tal por el horario atacamos la segunda mitad del camino. Barro, piedras y más barro es la definición del resto de la etapa. Casi sin y después de coincidir varias veces con un grupo de alemanas, allí quedaban 4 kilómetros. Si ya se que cuatro se dicen pronto, pero después de subir el Camino Real y de 18 kilómetros caminados...
Ya en Cea comimos en la Plaza Mayor y fuimos al polideportivo a descansar. Juegos, deportes y ducha antes de una reconfortante cena.
El saco espera. Hasta mañana.
P.D.:deseadnos suerte.
Ángela Graña 4º ESO "B"
